El medio maratón de la Ciudad de México 2016 era importantísimo pues representaba muchas cosas personales. Al culminarlo, y al ver a mi madre terminarlo, las lágrimas fueron inevitables.
Nos despertamos muy temprano, inclusive antes de que sonara la alarma, y nos vestimos. Mi madre con el jersey oficial, y yo estrenando la ropa que me mandó Saucony, incluidos mis tenis #Kinvara7 que había guardado para esta ocasión especial.
Para leer el artículo completo visita: therunningalmanac.com